Es una alteración ocular en la que se produce un adelgazamiento progresivo de la zona central o paracentral de la córnea. Su forma asférica habitual cambia por una cónica, causando un astigmatismo irregular que distorsiona las imágenes y una sucesiva disminución de la visión en cantidad y calidad, lo que puede hacer más difíciles algunas tareas diarias como por ejemplo leer y conducir.Cuanto más temprana es la edad de inicio de la enfermedad, más riesgo hay de que su progresión sea rápida (mientras que a partir de los 30-40 años es raro que siga evolucionando).
¿Por qué se produce?
Las causas del queratocono no se conocen con total certeza, aunque en muchos casos existen antecedentes de los cambios corneales típicos de esta enfermedad en la familia del paciente.
En general, el queratocono suele aparecer en pacientes que padecen algunos tipos de enfermedades dermatológicas, como la dermatitis atópica; en pacientes que son muy alérgicos y se frotan mucho los ojos; y, en un 15% de los casos, tiene un carácter hereditario.
Por lo tanto, las principales causas o factores de riesgo conocidos del queratocono son:
La predisposición genética o hereditaria.
Alergia ocular que conlleva al rascado excesivo de los ojos y su irritación.
Pequeños traumatismos persistentes en el ojo que pueden dañar la estructura de la córnea.
Ciertos trastornos del tejido conjuntivo (por ejemplo, síndrome de Ehlers-Danlos, síndrome de Marfan y osteogénesis imperfecta)
Síndrome de Down.
- La predisposición genética o hereditaria.
- Alergia ocular que conlleva al rascado excesivo de los ojos y su irritación.
- Pequeños traumatismos persistentes en el ojo que pueden dañar la estructura de la córnea.
- Ciertos trastornos del tejido conjuntivo (por ejemplo, síndrome de Ehlers-Danlos, síndrome de Marfan y osteogénesis imperfecta)
- Síndrome de Down.
¿Cuáles son los principales síntomas del queratocono?
Por lo general, éste afecta a ambos ojos y puede generar una visión diferente en ellos y variar con el paso del tiempo. Entre los más comunes están:
- Visión borrosa y/o distorsionada (a veces doble).
- Mayor sensibilidad a la luz brillante y al resplandor, lo que puede causar problemas al conducir de noche.
- Enrojecimiento de los ojos leve o moderado.
- Necesidad de cambios frecuentes en la prescripción de lentes, debido a que el astigmatismo se hace más irregular y con frecuencia también la miopía aumenta.
¿Qué tratamientos existen?
Existen diferentes posibilidades según la etapa de la enfermedad en la que se encuentre:
- En los casos leves de queratocono se puede conseguir una buena visión corrigiéndola con gafas
- Casos avanzados precisarán de lentes de contacto RGP o Esclerales para corregir el astigmatismo irregular y proporcionar una mejor calidad visual.
- En algunos casos más avanzados, puede ser necesario recurrir a tratamientos quirúrgicos, como los anillos intraestromales para regularizar la córnea o el cross-linking corneal, un procedimiento que ha demostrado una gran eficacia para frenar la evolución del queratocono.
- En los casos más graves, cuando la córnea ha llegado a ser tan delgada que puede perforarse, la única solución es la queratoplastia o trasplante de córnea. En la actualidad, el trasplante puede realizarse, en muchos casos, reemplazando selectivamente las capas afectadas de la córnea y conservando el tejido sano.
La mayoría de las veces, aún cuando se realiza una intervención quirúrgica, sigue siendo necesario el uso de lentes de contacto especiales para lograr una mejoría de la agudeza y calidad visual, ya que estos permiten controlar las aberraciones que se generan por la deformidad de la córnea.
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